EL ANONIMATO: EL RECURSO DE BORRAR LAS CARAS QUE USA REÍ KAWAKUBO EN SUS DESFILES

La diseñadora japonesa fundadora de la marca Commes des Garcons nos invita a reflexionar: ¿qué pasa con la identidad cuando eliminás el rostro?

Commes des Garçons 2025 Fall Ready-to-wear.

Rei Kawakubo es una diseñadora japonesa pionera del movimiento Avant-Garde. Nació en Tokio en 1942 y comenzó sus estudios en la facultad de Keio, donde se licenció en filosofía. Después de trabajar en el departamento de publicidad de una empresa textil y experimentar como estilista, decidió fundar su marca Commes des Garcons la cual desafía la moda convencional. Conceptualmente, es una crítica al mundo contemporáneo impulsado por la formación de Kawakubo en la filosofía.

Sus diseños se caracterizan por el uso excesivo del color negro, prendas desgastadas y volumetrías que se alejan de las siluetas comunes que vemos en las pasarelas. Sombreros, pelucas y piezas escultóricas habitan las cabezas de las modelos, que muchas veces cumplen el objetivo de tapar sus caras.

Comme des Garçons 1992 Fall Ready-to-wear. Sus seguidores japoneses se autodenominaban “los cuervos” en referencia a su distintivo uso del color negro.

Levinas, un filósofo lituano, sostiene que el rostro es la conexión entre las personas, lo que te recuerda que la otra es un ser humano. Ahí es donde uno conecta con la empatía y la ternura, por ejemplo. Kawakubo, decide eliminar esa relación para que lo único que puedas observar sea la ropa: sus volumetrías, sus colores y sus texturas. “No me gusta explicar la ropa. La ropa es tal como la ves y la sentís”, explicaba en una entrevista en 2013.

Commes des Garçons 1997 Spring Ready-to-wear. Colección llamada "Body Meets Dress, Dress Meets Body" comunmente conocida como "lumps and bumps" (bultos y protuberancias).

En la era de la sobreexposición, eliminar el rostro de un desfile no es algo azaroso. El filósofo Byun-Chul Han sostiene que el rostro que se muestra hoy con las redes tiene el fin de exponerse únicamente y no expresar quienes somos. El rostro profundo del que habla Levinas no se encuentra en la digitalidad. Recurrir al anonimato nos obliga a mirar más allá de lo evidente, a hacer foco en las prendas, reflexionar sobre ella y preguntarnos qué nos provoca. Vivimos tiempos donde todo pasa por el rostro: mostrarnos, exponernos o ponernos un filtro. Rei elige abstenerse de la digitalidad para conectar con lo real, lo tangible, y que las prendas dialoguen con el cuerpo sin depender de quién lo habita.