ARQUITECTURA SONORA: HACEMOS ZOOM IN AL DJ BOOTH DE SARA LANDRY

Para su último tour, Sara Landry no solo llevó música: llevó una cápsula de universo propio. Una cabina diseñada como extensión directa de su estética: oscura, ritual, industrial. Nada sobra, nada decora: todo tiene peso, forma y función dentro de una narrativa que vibra fuerte.

El booth —diseñado por el estudio Moldavite Artefacts— toma códigos del warehouse, del ocultismo, del noise y del arte instalación. Es un cuerpo escénico que no acompaña la música: la contiene, la intensifica, la transforma en experiencia física.

Diseño, sonido y visuales se integran en un mismo gesto: un altar contemporáneo donde la figura del DJ no se eleva, sino que se disuelve en una atmósfera cargada de energía. La performance sucede en todos los planos.

Esto no es una cabina. Es una arquitectura emocional pensada para la pista. Un sistema vivo, montado para invocar algo más grande que un set.